VELAD Y ORAD EN TODO TIEMPO, PARA QUE POR TUS PRODIGIOS Y SEÑALES SEAMOS ALCANZADOS EN TU SAGRADO TIEMPO, OH CRISTO

• La Biblia dice: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
• Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
• Porque mis pensamientos no son vuestros pensamientos, ni vuestros caminos mis caminos, dijo Jehová. 
• Como son más altos los cielos que la tierra, así son mis caminos más altos que vuestros caminos, y mis pensamientos más que vuestros pensamientos. 
• Porque como desciende de los cielos la lluvia y la nieve, y no vuelve allá, sino que riega la tierra, y la hace germinar y producir, y da semilla al que siembra, y pan al que come, así será mi palabra que sale de mi boca; no volverá a mí vacía, sino que hará lo que yo quiero, y será prosperada en aquello para que la envié.
• Oh mi Cristo, Tú de Israel eres el Santo, 
• y solo a tu glorioso nombre hemos de adorar.
• Oh Señor, tu presencia nunca le faltará, 
• al siervo que tenga máxima fidelidad a tus bíblicos mandamientos.
• Porque nadie podrá salvarse, sin santidad y sin fe.
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• Jesús, dijo: ¿Así que no habéis podido velar conmigo una hora?
• Velad y orad, para que no entréis en tentación; el espíritu a la verdad está dispuesto, pero la carne es débil.
• Oh Hijo del Hombre, debemos toda obediencia a tu gloria santa;
• porque todo lo que está fuera de ella, es absolutamente ignominioso y fútil. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• tu execrable sacrificio en la cruz del Calvario, fue el acto más solemne para reconciliarnos con el Padre.
• Y nunca tuviste ninguna duda en tu excelso amor,
• para humillarte hasta la muerte, por una humanidad abyecta, cobarde y pusilánime. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• tal fue la incredulidad de tus discípulos acerca de que Tú habías resucitado.
• Qué hasta tu gloriosa llaga tuvieron que palpar con primoroso esmero, 
• oh Señor, para no arrostrar por su falta de fe, el que de nuevo se lo hubieras recriminado. 
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• Oh gran Dios,
• tu sagrado altar es  inaccesible para nuestra exigua fe. 
• Pero lo que Tú iniciaste lo continuarás, y serán en tu excelso nombre perfeccionados;
• y lo que no sea visible para sus ojos, lo vea el espíritu de su ser.
•                  Paz de Cristo