- Oh mi Cristo,
- el que incumple un pacto negando tu poesía Cristocéntrica, se está cavando su propia fosa de condenación.
- Porque la única verdad del Santo Espíritu,
- es la que te lleva a la gloriosa salvación.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú nos enseñaste la sana doctrina.
- Y es que, la falsaria doctrina de la ambigüedad solo el diablo lo asume.
- Y la sobrenatural revelación meridiana, ésta abomina.
- Oh Cristo Jesús,
- perder la unción en tu santo nombre, en un principio no es verosímil.
- Pero cuando uno predica poéticamente hasta lo último de la tierra, oh Señor, con tu radiante luz;
- llegas a la conclusión, de que no otro, sino el que ha roto el pacto contigo es miserable y vil.
- Oh Santo de Israel,
- las buenas nuevas de salvación eterna que Tú predicaste, son de solemne grandiosidad.
- Y obra en agravio del que padece la precaria fe,
- enmascarándola de santísima verdad.
- Oh Eterno,
- nada puede entrañar más pecaminosidad, que el intento de profanar tu gloria.
- Pero únicamente los nombres de los siervos, oh Rey de reyes, que Tú has escrito en el cielo,
- serán coronados en victoria.
- Paz de Cristo
jueves, 8 de diciembre de 2022
EL QUE PRACTICA LA AMBIGÜEDAD NO ES DIGNO EN CRISTO
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