- Jesús clamó a gran voz: ¡Lázaro, ven fuera!
- Y después, dijo: Desatadle, y dejadle ir.
- Esta es, oh Señor, tu Sagrada Palabra, que siempre cumple el propósito para el que ha sido enviada;
- porque consumará atemporal e insoslayablemente su eterno fin.
- Oh Cristo Redentor,
- el excelso milagro lo hizo en la cruz del Calvario tu preciosa sangre derramada, cuando dio a luz el nuevo pacto de la gracia.
- Y no otro, sino tu inmarcesible amor,
- fue el que nos redimió por la eternidad el alma.
- Oh Cordero inmolado,
- tu muerte, y muerte de cruz nos dio vida de gloria.
- Y nada alcanzó con tanto primor al bienaventurado,
- que recibió la celestial corona, como colofón de su eterna victoria.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú nos has concernido en tu inaccesible luz.
- Y este paso no es asumible,
- sino para el que morará por los siglos en la eterna plenitud.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo,
- guardarás de todo mal a tus verdaderos siervos.
- Porque sus nombres has escrito,
- desde la eternidad y hasta la eternidad en los gloriosos cielos.
- Paz de Cristo
martes, 6 de diciembre de 2022
EL MILAGRO ES INHERENTE A TU SAGRADA PALABRA, OH CRISTO
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