- Porque si pecáremos voluntariamente después de haber recibido el conocimiento de la verdad, ya no queda más sacrificio por los pecados,
- sino una horrenda expectación de juicio, y de hervor de fuego que ha de devorar a los adversarios.
- El que viola la ley de Moisés, por el testimonio de dos o de tres testigos muere irremisiblemente.
- ¿Cuánto mayor castigo pensáis que merecerá el que pisoteare al Hijo de Dios, y tuviere por inmunda la sangre del pacto en la cual fue santificado, e hiciere afrenta al Espíritu de gracia?
- Pues conocemos al que dijo: Mía es la venganza, yo daré el pago, dice el Señor. Y otra vez: El Señor juzgará a su pueblo.
- ¡Horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo!
- Oh mi Cristo, Tú defines meridianamente al siervo falsario, que no es consubstancial a tus bíblicos postulados,
- por haberte sometido a sus obscuros pensamientos demoníacos.
- Y seducido por la vil trampa letal, oh Santo, te ha sepultado inopinadamente.
- ¿Habrá ajusticiamiento de mayor iniquidad que el abominable sacrificio de cruz, hecho con escarnio y vituperio al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, por la impiedad, sordidez e ignominia del alma farisaica?
- Y de toda esta barbarie, el humano ser dará cuenta en el juicio postrero.
- ¿Servirá su arrepentimiento, para con vergüenza y confusión no ser condenado eternamente en el infierno?
- Paz de Cristo
miércoles, 29 de enero de 2025
HEBREOS 10:26:31 EN CRISTO
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