- Mirad, hermanos, que no haya en ninguno de vosotros corazón malo de incredulidad para apartarse del Dios vivo;
- antes exhortaos los unos a los otros cada día, entre tanto que se dice: Hoy; para que ninguno de vosotros se endurezca por el engaño del pecado.
- Porque somos hechos participantes de Cristo, con tal que tengamos firme hasta el fin nuestra confianza del principio,
- entre tanto que se dice: Si oyereis hoy su voz, no endurezcáis vuestros corazones, como en el día de la provocación.
- ¿Quiénes fueron los que, habiendo oído, le provocaron? ¿No fueron todos los que salieron de Egipto por mano de Moisés?
- ¿Y con quién estuvo él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos mortales cayeron en el desierto?
- ¿Y a quiénes juró que no entrarían en su reposo, sino a aquellos que desobedecieron?
- Y vemos que no pudieron entrar a causa de incredulidad.
- Oh mi Cristo, Tú eres el Soberano Señor Altísimo,
- para los que traspasarán el umbral del bienaventurado.
- Esto es en el postrero juicio,
- por la gracia, oh Eterno, de tu majestuoso perdón.
- Y todo es posible para el perverso mundo; si el Omnipotente mandare obreros a su mies.
- Porque el que en su ignomimia no obedeciere, ira sin remisión al infierno.
- Porque la impostura del inicuo, será retribuida con la segunda muerte con los que no creyeron.
- Y es que, tu excela diestra, oh Sumo Redentor, se inhibió ante el disoluto y su enésima impiedad.
- Paz de Cristo
jueves, 23 de enero de 2025
HEBREOS 3:13-19 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario