- Tenemos un altar, del cual no tienen derecho a comer los que sirven al tabernáculo.
- Porque los cuerpos de aquellos animales cuya sangre a causa del pecado es introducida en el santuario por el sumo sacerdote, son quemados fuera del campamento.
- Por lo cual también Jesús, para santificar al pueblo mediante su propia sangre, padeció fuera de la puerta.
- Salgamos, pues, a él, fuera del campamento llevando su vituperio;
- porque no tenemos aquí ciudad permanente, sino que buscamos la por venir.
- Así que, ofrezcamos, siempre a Dios, por medio de él sacrificio de alabanza, es decir, frutos de labios que confiesen su nombre.
- Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios.
- Obedeced a vuestros pastores, y sujetaos a ellos; porque ellos velan por vuestras almas, como quienes han de dar cuenta; para que lo hagan con alegria, y no quejándose, porque esto no os es provechoso.
- Orad por nosotros; pues confiamos en que tenemos buena conciencia, deseando conducirnos bien en todo.
- Y más os ruego que lo hagáis así, para que yo os sea restituido más pronto.
- Oh mi Cristo, no hay nada más espurio,
- que lo que es contrario al bíblico precepto.
- Oh Sumo Redentor, Tú redimiste a las hordas más sórdidas de la tierra.
- Porque es tu bendito Evangelio,
- oh Santo, el que cristianamente nos va a definir.
- Renunciad a toda la séptica obscenidad del hombre.
- Y sed auténticos heraldos.
- De los espíritus atrabiliarios, guardaos siempre en el Señor Todopoderoso.
- Y haz revertir tu afán glorioso,
- en ser un discípulo bienaventurado.
- Paz de Cristo
viernes, 31 de enero de 2025
HEBREOS 13:10-19 EN CRISTO
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