- Pero deseamos que cada uno de vosotros muestre la misma solicitud hasta el fin, para plena certeza de la esperanza,
- a fin de que no os hagáis perezosos, sino imitadores de aquellos que por la fe y la paciencia heredan las promesas.
- Porque cuando Dios hizo la promesa a Abraham, no pudiendo jurar por otro mayor, juró por sí mismo,
- diciendo: De cierto os bendeciré con abundancia y te multiplicaré grandemente.
- Y habiendo esperado con paciencia, alcanzó la promesa.
- Porque los hombres ciertamente juran por uno mayor que ellos, y parece ellos el fin de toda controversia es el juramento para confirmación.
- Por lo cual, queriendo Dios mostrar más abundantemente a los herederos de la promesa la inmutabilidad de su consejo, interpuso juramento;
- para que por dos cosa inmutables, en las cuales es imposible que Dios mienta, tengamos un fortísimo consuelo los que hemos acudido para asirnos a la esperanza puesta delante de nosotros.
- La cual tenemos como segura y firme ancla del alma, y que penetra hasta dentro del velo,
- donde Jesús entró por nosotros como precursor, hecho sumo sacerdote para siempre según el orden de Melquisedec.
- Oh mi Cristo, Tú eres el que probees de la paciencia y de la tolerancia,
- a fin de preservar el único linaje de tus glorias eternas.
- Este es el hecho inconmovible del Altísimo,
- para que sea indisoluble eternamente.
- Y lo recibió, con la magnanima e indeleble perfección del único Dios que fidedignamente sella.
- Porque el ser humano, obra según su precaria convicción.
- Pero el Soberano Dios fue el que zanjó todo infundado impedimento,
- signandolo de forma irrefutable desde el santuario eterno.
- Y es que, el pacto más seguro es el que propicia el cielo;
- porque en su gloria sólo interviene la verdadera e indefectible fe.
- Paz de Cristo
sábado, 25 de enero de 2025
HEBREOS 6:11-20 EN CRISTO
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