Powered By Blogger

viernes, 26 de julio de 2019

JUAN 10:10 EN CRISTO

El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia.
El mérito sobredimensionado del maligno, hoy en día, sigue corriendo por nuestra cuenta.
Su asechanza nos hace ver en toda idolatría ganancia,
obviando que nos lleva indefectiblemente a la ignominiosa afrenta.

Oh Cristo, al invocar tu nombre asumimos  la manifiesta diferencia,
que existe entre la bondad y la maldad.
En tu verdad, oh Señor, nada más es visible la excelencia.

La paga del pecado es muerte.
Y, oh Cristo Jesús, a sabiendas de nuestra iniquidad, 
no dudaste en inmolarte, arrostrando el cruel martirio de la cruz abominable, 
para darnos vida, venciendo a la abyecta obscuridad.

El perverso deshonor de la vileza,
siempre está presente en la hedionda acción del enemigo.
Oh Señor Jesucristo, en cada prueba tienes la genuina certeza,
de que para poder abrir tu celosa gloria, he de ser un siervo digno.

Oh Rey de reyes, Tú viniste a deshacer las obras del diablo.
Y en el nombre de Jesús,
a todo el que sin ver creyere, propicio le será el milagro;
porque las tinieblas, nunca prevalecerán sobre la luz.
                           Paz de Cristo 





No hay comentarios:

Publicar un comentario