Nunca te has de conformar con la interpretación suigéneris,
que hace el ser humano de la Palabra.
Todo tiene su origen, oh mi Cristo, en tu bíblica génesis,
que es fiel a la celestial pureza de tu sana doctrina.
¡No te conformes!
Escudriña la Sagrada Escritura en profundidad.
Y serán de excelencia tus convicciones,
acerca de la Cristocéntrica verdad.
Has de saber, que la salvación es individual.
Ninguna vana excusa prosperará, oh Señor, cuando peses el pensamiento y las intenciones del corazón.
Y no habrá acepción de personas en el juicio final;
porque la excelsa diestra del Todopoderoso Salvador Jesucristo, te juzgará con su inequívoca e inefable sentencia a la sazón.
Tu alma estará desnuda, ante el Sumo Hacedor,
que dio su vida para redimir y justificar tu ignominiosa existencia.
¿Cabrá en tu olvido, oh Alto y Sublime, las ofensas de tanto dolor;
y que hasta el extremo fue su reincidencia?
¡Limpia tu ser con su sangre majestuosa!
¡Lléname, oh Cristo Jesús, de tu Santo Espíritu!
Y haz que tu gozo, oh Rey de la gloria, sea para siempre mi fortaleza;
y viviré en la eterna morada de tu Sagrado Escrito.
Paz de Cristo
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