- Nos resistimos a admitir que el pecado es camino de muerte.
- Oh Cristo Soberano, danos sabiduría de lo alto, para disciplinar nuestros miserables actos.
- Aparta, oh Señor, de nuestra mente,
- todo el obscurantismo de los perversos seres fatuos.
- De las tinieblas nos llevaste a tu luz admirable,
- oh Todopderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Y no hay nada más loable,
- que haber recidido la unción de tu Santo Espíritu.
- La vida del ser humano,
- se torna errática sin el Fiel y Verdadero.
- Sin la vid nunca llevará fruto el pámpano,
- que da vida y viste de belleza al universo.
- La concupiscencia, oh Rey de la gloria,
- nos tiene sometidos a su obscena veleidad.
- Y hemos de ser, oh Rey de reyes, juntamente contigo crucificados en la carne, para exaltar hasta los cielos tu memoria,
- con la sagrada verdad.
- La Biblia dice: La paga del pecado es muerte.
- No hay pecado pequeño, sino en tu imaginación.
- Has de clamar al Sumo Hacedor, que te regenere,
- cuando te postres a sus pies con humillación, contrición y adoración.
- Paz de Cristo
lunes, 7 de septiembre de 2020
EL PECADO, LETAL CONDENACIÓN EN CRISTO
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