- Porque la gracia de Dios se ha manifestado para salvación a todos los hombres, enseñándonos que, renunciando a la impiedad y a los deseos mundanos, vivamos en este siglo sobria, justa y piadosamente, aguardando la esperanza bienaventurada y la manifestación gloriosa de nuestro gran Dios y Salvador Jesucristo, quien se dio a sí mismo por nosotros para redimirnos de toda iniquidad y purificar para sí un pueblo propio, celoso de buenas obras.
- Esto habla, y exhorta y reprende con toda autoridad. Nadie te menosprecie.
- Oh Cristo, Tú conoces a tu amada Iglesia, y sabes quienes serán las almas arrebatadas.
- Piensa que en el nombre de Jesús, has de perseverar incorruptible, para elevarte hasta las nubes con Él eternamente.
- La Biblia dice: Mira la obra de Dios; porque ¿quién podrá enderezar lo que él torció?
- En el día del bien goza del bien; y en el día de la adversidad considera. Dios hizo tanto lo uno como lo otro, a fin de que el hombre nada halle después de él.
- A ignorar la Sagrada Escritura el diablo te abocó;
- y persuadido fuiste al execrable pecado, para serle intermitentemente fiel.
- Jesús, dijo: Oísteis que fue dicho a los antiguos: No matarás; y cualquiera que matare será culpable de juicio.
- Pero yo os digo que cualquiera que se enoje contra su hermano, será culpable de juicio; y cualquiera que diga: Necio, a su hernano, sera culpable ante el concilio; y cualquiera que diga: Fatuo, quedará expuesto al infierno de fuego.
- Y es que, el malevolo pensamiento que se guarda en el corazón, nada tiene que ver con la inocencia de lo ficticio,
- sino que incide gradualmente en el pernicioso enojo.
- Cualquier vicisitud que acontezca en nuestra vida,
- hemos de asumirla con el extremo gozo del Cristo Redentor.
- Oh Señor Jesucristo, preciosa fue la sangre derramada en tu voluntaria crucifixión del Calvario. Y el nuevo pacto de la gracia quedó sellado con el majestuoso perdón a todos los que te escarnecieron, como gloriosa dádiva,
- de incomparable amor.
- Nacer de nuevo en Cristo Jesús,
- es en el ser humano un privilegio de eternidad.
- Me llevaste de las tinieblas, oh Señor, al reino de tu admirable luz,
- para morar con gozo en la sagrada verdad.
- Paz de Cristo
miércoles, 30 de septiembre de 2020
TITO 2:11-15 EN CRISTO
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