REFUGIO DE ETERNIDAD EN CRISTO

• Y Jesús se acercó y les habló diciendo: Toda potestad me es dada en el cielo y en la tierra.
• Por tanto, id, y haced discípulos a todas las naciones, bautizándolos en el nombre del Padre, y del Hijo, y del Espíritu Santo; enseñándoles que guarden todas las cosas que os he mandado; y he aquí yo estoy con vosotros todos los días, hasta el fin del mundo.
• Ante cualquier asechanza del enemigo, oh Señor, Tú eres la luz verdadera.
• Y en tu nombre que es sobre todo nombre, alcanzaremos la victoria; si en espíritu y en verdad, nuestro ser, oh Altísimo Jesucristo, hasta la final trompeta te sigue adorando. 
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• Suelta el abominable lastre del maligno, 
• que te sojuzga con su falacia. 
• No des lugar a lo tenebroso del camino.
• Y haz desde ahora, oh Rey de reyes, incorruptible el alma que ha de ser salva.
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• No seas connivente con la circunstancia que te arrastra a la hedionda e inmunda ciénaga;
• y clama, con el corazón contrito y humillado al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo. 
• Busca la salida de la perniciosa tiniebla;
• a través, del majestuoso candor del Santo Espíritu. 
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• Jesús, dijo: Yo soy la luz del mundo; el que me sigue, no andará en tinieblas, sino que tendrá la luz de la vida.
• Frente a la tiranía del ser humano, oh Cristo, tus siervos hemos visto tu sagrado fulgor.
• Y nada nos impedirá esta gozosa dicha;
• porque sabemos que Tú eres nuestro Altísimo Redentor.
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• La Biblia dice: Jehová, roca mia y castillo mio, y mi libertador; Dios mio, fortaleza mia, en él confiaré; mi escudo, y la fuerza de mi salvación, mi alto refugio.
• Eres incomparable, oh Omnipotente Señor, los cielos de los cielos no te pueden contener.
• De tu creación, todo es un insuperable prodigio.
• Y sé, oh Sumo Hacedor, que para traspasar el umbral de la gloria, únicamente en ti he de creer.
•                         Paz de Cristo