- Desde los cielos miró Jehová; vio a todos los hijos de los hombres; desde el lugar de su morada miró sobre todos los moradores de la tierra.
- Él formó el corazón de todos ellos; atento está a todas sus obras.
- De su vigilancia, ni tan solo uno quedó fuera.
- Gracias, oh Señor, por la protección de nuestras vidas absolutamente veleidosas.
- Oh Cristo Jesús, quebradizas son mis propias fuerzas,
- cuando no confío en tu poder.
- En las mentiras del maligno nunca se sustentaron tus grandezas;
- si en el Rey de reyes, no has podido creer.
- Toda la superficialidad del mundo se desvanece,
- cuando has hecho caso omiso del Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- No te has de desvincular nunca de la raíz santa. Y es que cuando tu menguas Él crece;
- porque recibes de gracia su Santo Espíritu.
- Oh Alto y Sublime,
- Tú has querido que el corazon del ser humano, sea un reservorio de piedad.
- Qué no participe en la decisión pusilánime,
- para que se arraigue en él la verdad.
- ¿Qué sucedería en nuestra vida, si nos sintieramos observados continuamente por el Sumo Hacedor?
- ¿Hubiéramos poseído una perfecta visión de las vicisitudes pasadas?
- Edifiquemos persistentemente sobre los mimbres del amor;
- y concernidos seremos en la plenitud de ser almas santificadas.
- Paz de Cristo
martes, 13 de octubre de 2020
SALMO 33:13-15 EN CRISTO
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