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domingo, 25 de octubre de 2020

ISAÍAS 43:11 EN CRISTO

  • Yo, yo Jehová, y fuera de mí no hay quien salve.
  • Este pronunciamiento es la doctrina de Unicidad en su genuina revelación. 
  • Nada se sabe en contrario bíblicamente,
  • de que el Padre, el Hijo y el Espíritu Santo, no sea nuestro Señor Jesucristo, el único Dios y Salvador de la creación.

  • La Biblia dice: E indiscutiblemente, grande es el misterio de la piedad: Dios fue manifestado en carne, justificado en el Espíritu, visto de los angeles, predicado a los gentiles, creido en el mundo, recibido arriba en gloria.
  • La parte que requiere absoluta fe,
  • viene dada por el nacimiento sobrenatural en el establo de Belén, del que iba a ser el Redentor de la humanidad.
  • Y la revelación del nombre de Jesús, únicamente se la ha dado Dios, al que ha escogido para la eterna victoria;
  • y así de todo su corazón viva la sagrada verdad.

  • La opacidad en la mirada del ser humano,
  • nunca reconoció, en su testimonio distorsionado por el maligno, los insondables milagros del Altísimo Señor Jesucristo.
  • Y los necios, oh Señor, que te escarnecieron, fueron víctimas de un horrendo pecado;
  • del que no se arrepintió su entenebrecido espíritu. 

  • Oh Cristo Jesús, la cruz del Calvario,
  • reveló meridianamente que el Hijo del Hombre encarnó al Padre, para vencer con su muerte al imperio de la muerte.
  • Y a satanás, desconocedor de la gracia del eterno santuario,
  • le fue sepultada su maldad, cuando al tercer dia el Rey de reyes resucitó por el poder de su Espíritu, como espada de la Palabra que salva al que le ama, y condena al que de sus pecados no se arrepiente. 

  • Oh mi Cristo,
  • aún siguen suscitando los impios, que Tú no eres el unico Dios y Salvador del Universo.
  • Y es que, no han recibido revelación del Sagrado Escrito, 
  • todos los que creen en la inmunda libertad del inconverso.
  •                         Paz de Cristo 

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