¿VIVES EN CRISTO?

• La Biblia dice: Con Cristo estoy juntamente crucificado, y ya no vivo yo, mas vive Cristo en mí; y lo que ahora vivo en la carne, lo vivo en la fe del Hijo de Dios, el cual me amó y se entrego a sí mismo por mí. 
• Consagrado en plenitud al Rey de reyes y Señor de señores, ha de ser de facto tu existir.
• Porque el que persevere hasta el fin,
• eterna será la gloriosa morada de su vivir.
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• Y también: Pero cuantas cosas eran para mí ganancia, las he estimado como pérdida por amor a Cristo. 
• Y ciertamente, aun estimo todas las cosas como pérdida, por la excelencia del conocimiento de Cristo Jesús, mi Señor, por amor del cual lo he perdido todo, y lo tengo por basura, para ganar a Cristo, y ser hallado en él, no teniendo mi propia justicia, que es por la ley, sino la que es por la fe de Cristo, la justicia que es de Dios por la fe; a fin de conocerle, y el poder de su resurrección, y la participación de sus padecimientos, llegando a ser semejante a él en su muerte, si en alguna manera llegase a la resurrección de entre los muertos.
• Ser por el Todopoderoso Señor y Salvador resucitado en el dia postrero, será tu máximo regocijo;
• porque para un hijo de Dios, se ven cumplidos todo sus celestiales anhelos.
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• ¿Sientes en tu corazón, los latidos del corazón de Cristo?
• ¿Has vivido en Cristo Jesús, el majestuoso gozo de la redención, que ha sido el designio más glorioso sobre toda la humanidad?
• En las tildes y en los espacios de silencio entre las palabras del Sagrado Escrito, 
• se nos ha concernido la única y perfecta verdad.
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• Si eres un genuino seguidor del Altísimo Señor Jesucristo, 
• ten piedad por el que te juzga; porque aún no ha entendido, que el Rey de la gloria, es el único que juzga para salvar o condenar el alma.
• Y haz que la unción del Santo Espíritu,
•  te enseñe la huellas de la santísima senda, por la que anduvo el que eternamente nos ama.
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• La luz es la antítesis de la obscuridad.
• Clama al Creador de  los cielos y la tierra,
• para que en el Señor Jesucristo, vivas tu santidad, 
• que te permitirá ver su santa faz, en el trono de la Jerusalén eterna.
•                            Paz de Cristo