- Crea en mí, oh Dios, un corazón limpio, y renueva un espíritu recto dentro de mí.
- No me eches de delante de ti, y no quites de mí tu santo Espíritu.
- La eternidad se hace visible, porque en tu nombre coexisten el principio y el fin,
- oh mi Altísimo Señor Jesucristo.
- Oh Santo de Israel, Tú nos acercaste el reino,
- para tornar las tinieblas del mundo en majestuosa luz.
- Y con las alas del poderoso cielo,
- fue consagrada la amada del Señor en la solemnidad de su plenitud.
- La iniquidad del ser humano,
- genera la más errática frustracion.
- Y es que, al tomar el nombre de Dios en vano,
- le lleva indefectiblemente al abismo de la perdición.
- Oh Rey de reyes,
- Tú has tocado en innumerables ocasiones el corazón de la humanidad.
- Pero han hecho caso omiso de tus misericordias y favores,
- por la ancestral animadversión de tu sagrada verdad.
- La Biblia dice: Buscad a Jehová mientras puede ser hallado, llamadle en tanto que está cercano.
- Deje el impío su camino, y el hombre inicuo sus pensamientos, y vuélvase a Jehová, el cual tendrá de él misericordia, y al Dios nuestro, el cual será amplio en perdonar.
- Oh Cristo Jesús, con el nuevo pacto de tu preciosa sangre derramada en la cruz del Calvario,
- nos diste gracia para que no nos perdiéramos esta salvacion tan grandiosa. Y ser de las almas inconversas, los heraldos de las buenas nuevas que con denuedo hemos de predicar.
- Paz de Cristo
martes, 20 de octubre de 2020
SALMO 51:10,11 EN CRISTO
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