¿SIENTES LA VISIÓN DE ETERNIDAD EN CRISTO?

• La eternidad en el alma eres Tú, oh Cristo.
• Vivifica esta visión incomparable, que nada puede superar;
• y sentirás la verdad del Santo Espíritu, 
• cuando hayas interiorizado la gracia de amar.  
• 
  
• El mundo genera una continua enemistad con el Rey de reyes y Señor de señores;
• su insolente ambigüedad te aparta vilmente del Sumo Hacedor. 
• ¿Por qué quién, sino Él te sustenta día y noche con sus misericordias y favores?
• ¿O qué excede de todo conocimiento, sino su majestuoso amor?
•  
• Jesús, dijo: El espíritu es el que da vida; la carne para nada aprovecha; las palabras que yo os he hablado son espíritu y son vida.
• Pero hay algunos de vosotros que no creen. Porque Jesús sabía desde el principio quiénes eran los que no creían, y quién le había de entregar.
• La fe, de lo alto nos es concernida;
• y será imposible suplirla en el alma, para poderla salvar.
• 
  
• Y también: La lámpara del cuerpo es el ojo; cuando tu ojo es bueno, también todo tu cuerpo está lleno de luz; pero cuando tu ojo es maligno, también tu cuerpo está en tinieblas. 
• Mira pues, no suceda que la luz que en ti hay, sea tinieblas. 
• Oh Alto y Sublime, el sagrado resplandor de tu inaccesible luz, deshizo a todas las sombras demoníacas, 
• para que en el entenebrecido abismo, no se perdieran más almas. 
• 
  
• Despégate de la implacable obscuridad, 
• a la que te tiene sometido el maligno.
• Y clama en el nombre de Jesús, para que a tu estatura le añada con precisión celestial un palmo, que te permita ver la eternidad;
• y se cumpla en el alma, la voluntad de su eterno designio.
•                      Paz de Cristo