TÚ ERES EL PRIMERO Y EL POSTRERO EN MI VIDA, OH CRISTO

• La Biblia dice: Yo iré delante de ti, y enderezaré los lugares torcidos; quebrantaré puertas de bronce, y cerrojos de hierro haré pedazos; y te daré los tesoros escondidos,  y los secretos muy guardados, para que sepas que yo soy Jehová, el Dios de Israel, que te pongo nombre.
• Yo soy Jehová, y ninguno más hay; no hay Dios fuera de mí. Yo te ceñiré, aunque tú no me conociste, para que se sepa desde el nacimiento del sol, y hasta donde se pone, que no hay más que yo; yo Jehová, y ninguno más que yo, que formo la luz y creo las tinieblas, que hago la paz y creo la adversidad. Yo Jehová soy el que hago todo esto.
• Oh Sumo Hacedor, a tu imagen y semejanza hiciste al hombre,
• para que fuera santo en un tiempo sin tiempo.
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• Y también: Bienaventurado aquel cuya transgresión ha sido perdonada, y cubierto su pecado.
• Bienaventurado el hombre a quien Jehová no culpa de iniquidad, y en cuyo espíritu no hay engaño. 
• En tu nombre que es sobre todo nombre, oh Señor, nos hemos santificado.
• Y en tu excelsa diestra, nuestra alma sigues perfeccionando con tu cincel santo.
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• ¿Crees qué la santidad de tu altar, a día de hoy, no será reprobada por el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo?
• Nada inmundo hollará el umbral de su gloria. 
• La libertad es inmarcesible donde permanece su Santo Espíritu, 
• que es el dador de la eterna victoria. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• por activa y por pasiva nos has instruido acerca de la puerta inexpugnable de tu gloriosa eternidad. 
• Por tanto, para ser salvos en el día postrero, 
• nos someteras al crisol, que únicamente libra al que se rindió a la áurea verdad 
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• Oh mi Cristo, en la cruz del Calvario, 
• se conmovió nuestro corazón ante tu subline sacrificio de olor fragante.
• La obscuridad se volvió luz, oh Cordero inmolado,
• para ser, oh Señor, el que muerto y sepultado, resucitó al tercer día para vivir eternamente. 
•                           Paz de Cristo