- Matará al malo la maldad, y los que aborrecen al justo serán condenados.
- Jehová redime el alma de sus siervos, y no serán condenados cuantos en el confian.
- En ríos caudalosos se transformarán los desiertos de los bienaventurados.
- Y ante la sórdida impiedad, oh Dios, tus santos, impertérritos, la bendición celestial conservan.
- La Biblia dice: Lámpara es a mis pies tu palabra, y lumbrera a mi camino.
- ¿No es mi palabra como fuego, dice Jehová, y como martillo que quebranta la piedra?
- Cuan desnortado será de la humanidad el destino;
- si, oh Rey de reyes, en tu sabiduría no se erige sobremanera.
- Saber una parte infinitesimal de la Sagrada Palabra,
- se multiplica en una luz exponencial, que suple lo precario de la entenebrecida mundanidad.
- Y todo señala, a amar al que no ama,
- para conocer la eterna verdad.
- Si edificas siempre sobre el poder Cristocéntrico,
- ninguna pavorosa tormenta te moverá.
- Y, oh Alto y Sublime, podré estar en el lugar más ignoto del universo;
- pero tu gracia nunca me dejará.
- El conocimiento de la Sagrada Escritura,
- propicia en tu ser una paz inconmovible.
- Sagrada, oh Rey de la gloria, es la armonía de su partitura,
- que nos ciñe de una santidad sobrenatural e incorruptible.
- Paz de Cristo
jueves, 8 de octubre de 2020
SALMO 34:21,22 EN CRISTO
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