- ¿No me es lícito hacer lo que quiero con lo mío? ¿O tienes tú envidia, porque yo soy bueno?
- Así, los primeros seran postreros, y los postreros, primeros; porque muchos son llamados, mas pocos escogidos.
- Oh Cristo, Tú vivificas lo yermo;
- y al no hacer acepción de personas, sacias de tu misericordia a los corazones dispuestos y aguerridos.
- Despertarse del letargo espiritual,
- es un sobresalto de proporciones extremas.
- ¡Oh Rey de reyes, de la inmundicia letal,
- desposeído me has!
- Y ya no caben más conjeturas, oh Fiel y Verdadero.
- Libertado de las fauces del abismo,
- ahora sé, oh Señor, que soy tu hijo postrero;
- y de gracia, el primero del Cristo Altísimo.
- Edifícate en la Palabra,
- siguiendo las eternas huellas del Santo de Israel.
- Y al mundo ama,
- como lo amó Él.
- Oh Señor y Salvador Jesucristo, en tu ministerio publico, no querías alertar fuera del lugar acontecido de tu sobrenatural milagro;
- y así, no exacerbar los ánimos de los que te eran manifiestamente contrarios.
- Y Jesús se ratificó, ¿No os he escogido yo a vosotros, y uno de vosotros es diablo?
- En nuestro precario entendimiento ha de caber, oh Rey de la gloria, que inescrutables para nosotros siempre serán tus designios sagrados.
- Paz de Cristo
miércoles, 2 de septiembre de 2020
MATEO 2O:15,16 EN CRISTO
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