- Una desventurada penumbra asolaba tu vida,
- y tus titubeantes pasos no encontraban la senda de Cristo.
- Con tu endiablado timon eras un naufrago a la deriva,
- que no vislumbrava el cielo bendito.
- Oh mi Señor Jesús,
- de forna repentina,
- con tu Sagrada Escritura vi resurgir un haz de luz,
- que convirtió la espesa tiniebla en un resplandeciente mediodía.
- La Biblia dice: La lámpara del cuerpo es el ojo; así que, si tu ojo es bueno, todo tu cuerpo estará lleno de luz; pero si tu ojo es maligno, todo tu cuerpo estará en tinieblas. Así que, si la luz que en ti hay es tinieblas, ¿cuántas no seran las mismas tinieblas?
- Si te consagras al Rey de reyes y Señor de señores, todo tu ser reflejará su luz admirable.
- Y se derrumbarán a tu paso las obscuridades pasadas;
- porque en el nombre de Jesús seras inexpugnable.
- Los limites te los pone el Santo Espíritu.
- Dios cierra puertas que no podrás abrir, y abrirá puertas que no podrás cerrar.
- Esta es la sobrenatural bendición de los hijos del Omnipotente Señor y Salvador Jesucristo,
- que ha derramado sobre sus verdaderos siervos la gracia de amar.
- Al dejarme elevar por las alas santas del viento de Sion;
- y obedecer un designio tan absolutamente inexplicable, oh Señor, me ha rodeado la visión de tu gloria.
- Si has tenido un incipiente comover del corazón,
- es que has tocado con tus manos espirituales la gloriosa victoria.
- Paz de Cristo
lunes, 7 de septiembre de 2020
TU VISIÓN SE TRANSFORMÓ EN CRISTO
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