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jueves, 10 de septiembre de 2020

HEBREOS 13:15,16 EN CRISTO

  • Así que ofrezcamos siempre a Dios, por medio de él, sacrificio de alabanza, es decir, fruto de labios que confiesan su nombre. 
  • Y de hacer bien y de la ayuda mutua no os olvidéis; porque de tales sacrificios se agrada Dios. 
  • Nuestra loa de adoración al Todopderoso Señor Jesucristo, hasta el extremo del universo se escuche;
  • y recibiremos su bendición, como hijos consagrados.

  • La alabanza es un grandioso reconocimiento a la magnificencia del Rey de reyes y Señor de señores. 
  • Nada te es más grato, oh Señor, que ser alabado. 
  • De tu gracia recibimos los celestiales favores,
  • que a nuestra alma han santificado. 
  •  
  • La Biblia dice: Alabad a Jehová, porque él es bueno, porque para siempre es su misericordia. 
  • Él es el que en nuestro abatimiento se acordó de nosotros, porque para siempre es su misericordia. 
  • Démosle al gran Yo Soy, cada nuevo día, 
  • toda la honra y toda la gloria. 

  • Y también: Por la misericordia de Jehová no hemos sido consumidos, porque nunca decayeron sus misericordias. 
  • Nuevas son cada mañana; grande es su  fidelidad. 
  • Y en la senda de santidad, se nos han derramado sus sagradas dádivas, 
  • que nos permitirán traspasar el umbral de la eternidad. 

  • Entonces Jesús, clamando a gran voz, dijo: Padre en tus manos encomiendo mi espíritu. Y habiendo dicho esto expiró. 
  • La crucifixión de Cristo, es el mayor sacrificio de olor fragante ofrecido en rescate por toda la humanidad al Padre Eterno. 
  • Él y solo Él nos reconcilió,
  • con el sagrado santuario del cielo.
  •                             Paz de Cristo 

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