- Y llamando Jesús a un niño, lo puso en medio de ellos, y dijo: De cierto os digo, que si no os volvéis y os hacéis como niños, no entraréis en el reino de los cielos.
- No exite en ningún otro corazón mayor inocencia.
- Y por eso su heredad es el paraiso: eternidad de los genuinamente bellos; por ser su virtud de eterna esencia.
- Esta regresión en el tiempo espiritual,
- nos lleva al arrepentimiento de todos nuestro pecados.
- Y meditar, oh Señor, en toda acción caval,
- que nos haga en el día postrero bienaventurados.
- Del niño subyace la pureza,
- que emana inagotable candor.
- Sí, su blancura es la certeza,
- con la que eternamente va vestido el amor.
- Amar nos otorga el perfecto galardón de ser salvos.
- Llegaremos a la estatura del varon perfecto; si amamos como Cristo nos amó.
- Y a la final trompeta seremos arrebatados;
- si nuestro altar se santificó.
- La verdadera libertad es el Altísimo Señor Jesucristo.
- Ninguna cosa nos impedirá estar con Él.
- Guárdate en el refugio del Santo Espíritu,
- que hará inmarcesible tu fe.
- Paz de Cristo
domingo, 6 de septiembre de 2020
MATEO 18:2, 3 EN CRISTO
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