Así que, si tu enemigo tuviere hambre, dale de comer; si tuviere sed, dale de beber; pues haciendo esto, ascuas de fuego amontonarás sobre su cabeza.
Sé de compasión abnegada por el necesitado.
Asume toda ayuda con suma delicadeza,
para que en el Nombre de Jesús, advierta su espíritu restaurado.
Oh Cristo, Tú eres el manantial de vida,
que das de beber al que te lo pide gratuitamente.
Del misterioso santuario desciende el agua tan preciada,
que sacia la sed eternamente.
Amad en el amor de Cristo Jesús,
con la unción del Espíritu, recibida de lo alto.
Y vuestro resplandor de luz,
hará reconocible al evangelizador santo.
Dad frutos de santidad,
cuando transiteis las angostas veredas.
Oh Señor Jesucristo, en el refugio de la verdad,
solo serán vestidas de lino blanco las almas consagradas.
Oh Fiel y Verdadero, Tú viniste a deshacer las obras del maligno.
Y a tus siervos has dado la misión de evangelizar al inconverso.
Ser hijos de luz es nuestro sino,
para salvar almas, oh Redentor, con tu Evangelio.
Paz de Cristo
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