Oh Cristo, en la eternidad de tu santuario,
creaste la gloria sagrada.
Síntesis es del milagro,
para el alma bienaventurada.
La maldición del crucificado en el madero,
nos redimio de la ley y del pecado.
Oh Cristo Jesús, todo recibió gracia y fue perfeccionado por el Sumo Alfarero,
al revosar contenido de salvación el vaso en extremo quebrado.
Oh Señor Jesucristo, con la Palabra,
hiciste visible los prodigios de tu creación.
La revestiste de tal transparencia,
que aún para los sentidos del ser humano, se convirtió en inescrutable lección.
Con espíritu, alma y cuerpo nos creó el Omnipotente;
y se enseñoreo de su obra maestra.
Con tanto primor creo al hombre, que en su errático caminar se postuló con desmedida desobediencia autosuficiente.
En la confusión, oh ser humano, descubriste tu altanería;
y al crecimiento insolente le hiciste menguar, para que creciera el Todopoderoso Creador.
El que a la verdad enaltece en el Salvador se gloría,
para darle a Él toda la gloria con eterno amor.
Paz de Cristo
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