¿Y con quiénes estuvo Él disgustado cuarenta años? ¿No fue con los que pecaron, cuyos cuerpos cayeron en el desierto?
Y todos los que con saña se rebelaron;
horrenda cosa es caer en manos del Dios vivo,
porque en su perversion se condenaron.
Oh Cristo, el que se aparta de tu solemne adoración,
representa la apostasía.
Y se encamina por la trocha de perdición,
debido a su inicua osadía.
La Biblia, dice: El principio de la sabiduría es el temor de Jehová.
Y aun asevera: Mía es la venganza, dice el Señor, yo pagaré.
Nada a Él se le ocultará.
Y si todavía no te has arrepentido de tus pecados, pídele perdón con el corazón contrito y humillado al Rey de la gloria, y arrepiéntete.
Oh Señor Jesucristo, con tu sacrificio en la cruz del Calvario,
reconciliaste al Padre con la humanidad.
Pero a tu excelso amor, fueron contrarias las necias veleidades del adversario,
que le postularon irremisiblemente a la condenacion por la eternidad.
Oh Redentor Omnipotente, no cabe mayor piedad,
que tu muerte y sepultura, para ser el primogénito de los muertos resucitado.
Su sangre preciosa derramó, dando lugar al nuevo pacto de la gracia, que es la sagrada verdad.
Con la agónica sed de tu espiritual desierto, has de buscar el agua de la vida, que te da gratuitamente el Señor, y habrá esperanza en tu corazón de ser bienaventurado.
Paz de Cristo
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