Muchos de ellos decían: Demonio tiene, y está fuera de sí; ¿por qué le oís?
Estas ovejas no eran de tu rebaño, oh Cristo.
Los inmundos, inicuas palabras proferís;
porque no recibisteis la gracia del Santo Espíritu.
Tus ovejas oyen tu voz, oh Cristo Jesús,
y te siguen.
En otro tiempo estaban en las tinieblas, y desconocían tu admirable luz;
ahora, sus almas, oh Señor, con tus exhortos se bendicen.
Oh Señor Jesucristo, Tú eres el buen pastor,
y por tu puerta entran las ovejas consagradas.
Y su corazón perfeccionas, oh Redentor,
porque las amas.
Oh Cordero inmolado, tu vida has dado por tus ovejas.
Y dejaste a las 99, para ir a por la que se extravió.
Tu preciosa sangre has derramado sobre todas ellas;
y tomaste empeño en libertar, a la que en el Evangelio no creyó.
Invocad el nombre de Jesús;
y el pecado, de vuestra vida se apartará.
Solo los hijos de la luz,
han encontrado la senda de gloria que les salvará.
Paz de Cristo
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