Dijo entonces Jesús a los judíos que habían creído en Él: Si vosotros permaneciereis en mi Palabra, seréis verdaderamente mis discípulos; y conoceréis la verdad, y la verdad os hará libres.
Perseverar en la fe, fundamenta tu salvación.
Y te ceñirás de la Palabra sus mimbres,
que vivificarán la santidad del corazón.
Oh Cristo, el conocimiento de la verdad,
es descubrir la misteriosa revelación del santuario eterno.
Guíame, oh Señor, por la senda de eternidad,
y mi nombre veré escrito en el glorioso cielo.
La Sagrada Escritura, oh Cristo Jesús,
es la omnisciente sabiduría eterna.
Y su omnipresente plenitud,
nos anuncia como preservar en el alma la pureza.
Oh Señor Jesucristo, al meditar en el texto bíblico,
se anhela la salvación.
Y da visibilidad a ahondar en lo poético,
que busca, oh Rey de reyes, la sobrenatural belleza de tu excelso perdón.
Oh Todopoderoso Redentor, en tu fragante sacrificio de amor en la cruz del Calvario,
nos ofrendaste la sublime libertad.
Y en tu crucifixión, cada gota de tu preciosa sangre derramada se convirtió en una inmarchitable rosa del eterno santuario,
que nos descubrió la sagrada verdad.
Paz de Cristo
No hay comentarios:
Publicar un comentario