ANTE LA ARROGANCIA DEL ALTIVO, PREVALECE LA UNCIÓN DEL PERFECTO SIERVO EN CRISTO

•  La Biblia dice: Regocijaos en el Señor siempre. Otra vez digo: ¡Regocijaos!
• Vuestra gentileza sea conocida por todos los hombres. El Señor está cerca.
• Por nada estéis afanosos, sino sean conocidas vuestras peticiones delante de Dios en toda oración y ruego, con  acción de gracias.
• Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones, y vuestros pensamientos en Cristo Jesús. 
• Oh mi Cristo, que por su santidad se den a conocer tus genuinos heraldos. 
• Y que sea su unción perfecta,
• oh Señor, la que proclame tus alabanzas;
• porque ellas traspasarán el umbral de tu inaccesible luz.
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• Oh Hijo del Hombre, 
• el discípulo que profesa la santísima verdad,
• obra en tu majestuoso nombre, 
• por ser irreductible su santidad. 
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• Oh Cristo Redentor, 
• Tú te humillaste hasta la muerte, y muerte de cruz.
• Y tu piadoso e incomparable amor,
• Oh Santo, nos hizo visible tu excelsa plenitud. 
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• Oh gran Dios, 
• con las rodillas genuflexas nos postramos ante tus santísimos pies.
• Y del universo, nos hacemos eco de sus lugares ignotos,
• para ser tus probos siervos más reverentes. 
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• Oh Fiel y Verdadero, 
• la percepción de tu creación universal,
• nos hace interiorizar el paradero, 
• de tu eterna gloria celestial. 
•            Paz de Cristo 
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