- Mi amado habló, y me dijo: Levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
- Porque he aquí ha pasado el invierno, se ha mudado, la lluvia se fue;
- se han mostrado las flores en la tierra, el tiempo de la canción ha venido, y en nuestro país se ha oído la voz de la tórtola.
- Oh mi Cristo, los siervos que en tu majestuoso nombre se glorien,
- son los que siempre te profesan fe,
- oh Señor, porque anhelan morar en tu eterna gloria.
- La higuera fue echando sus higos, y las vides en cierne dieron su olor; levántate, oh amiga mía, hermosa mía, y ven.
- Paloma mía, que estas en los agujeros de la peña, en lo escondido de escarpados parajes, muéstrame tu rostro, hazme oír tu voz; porque dulce es la voz tuya, y hermoso tu aspecto.
- Cazadnos las zorras, las zorras pequeñas, que echan a perder las viñas; porque nuestra viña está en cierne.
- Oh Santo, la verdadera fe,
- implica el cumplimiento del bíblico precepto,
- para que la firmeza del discípulo de Cristo sea perenne.
- Mi amado es mío, y yo suya; Él apacienta entre lirios.
- Hasta que apunte el día, y huyan las sombras, vuélvete amado mío; se semejante al corzo, o como el cervatillo sobre los montes de Beter.
- Oh Cristo Jesús, el que tiene fe en tu Sagrada Palabra, no tiene desvarío;
- porque en el trasfondo de su alma, obra el Cristocéntrico creer.
- Paz de Cristo
lunes, 26 de febrero de 2024
CANTAR DE LOS CANTARES 2:10-12 EN CRISTO
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