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jueves, 29 de febrero de 2024

CANTAR DE LOS CANTARES 7:1-5 EN CRISTO

  • ¡Cuán hermosos son tus pies en las sandalias, oh hija de príncipe! Los contornos de tus muslos son como joyas, obras de manos de excelente maestro.
  • Tu ombligo como una taza redonda que no le falta bebida. Tu vientre como montón de trigo cercado de lirios.
  • Tus dos pechos, como gemelos de gacela.
  • Tu cuello, como torre de marfil; tus ojos, como los estanques de Hesbón junto a la puerta de Bat-rabim; tu nariz, como la torre del Líbano, que mira hacia Damasco.
  • Tu cabeza encima de ti, como el carmelo; y el cabello de tu cabeza, como la púrpura del rey suspendida en los corredores. 
  • Oh mi Cristo, todos los que en tu santo nombre creyeron, del Padre han sido benditos.
  • Y porque tu gloria se nos es manifiesta, 
  • por tu espiritual senda al dar cada sobrenatural paso;
  • porque sólo tuyas, oh Señor, son las primorosas bendiciones.

  • ¡Que hermosa eres, y cuán suave, oh amor deleitoso!
  • Tu estatura es semejante a la palmera, y tus pechos a los racimos.
  • Yo dije: Subiré a la palmera, asiré sus ramas. Deja que tus pechos sean como racimos de vid, y el olor de tu boca como el de manzanas,
  • y tu paladar como el buen vino, que se entra a mi amado suavemente, y hace temblar los labios de los viejos.
  • Oh Todopoderoso, 
  • muchos son llamados, y pocos escogidos.
  • Porque de todas las bienaventuranzas, 
  • han de ser nuestros apegos.

  • Yo soy de mi amado, y conmigo tiene su contentamiento.
  • Ven, oh amado mío, salgamos al campo, moremos en las aldeas.
  • Levantémonos de mañana a las viñas; veamos si brotan las vides, si están en cierne, si han florecido los granados; allí te daré mis amores.
  • Las mandrágoras han dado olor, y a nuestras puertas hay toda suerte de dulces frutas, nuevas y añejas, que para ti, oh amado mío, he guardado.
  • Oh gran Yo Soy, anhelamos morar en tu glorioso aposento; 
  •  por ser el buen fruto de tus eternas ideas.
  • Porque únicamente los santificados, 
  • vivirán por siempre en el paraíso del  bienaventurado. 
  •          Paz de Cristo 

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