- Oh mi Cristo,
- interiorizar la perfecta misión, es asumir como propia tu muerte, sepultura y resurrección.
- Y es que, el que fuere hacedor del precepto bíblico,
- este será salvo, oh Señor, por tu majestuoso perdón.
- Oh Santo de Israel,
- un sinnumero de milagros hiciste en tu ministerio público.
- E insoslayable y recurrentemente se manifestó la fe,
- para dar visibilidad al Dios único.
- Oh Cristo Redentor,
- con el derramamiento de tu preciosa sangre en la cruz del Calvario,
- hiciste el nuevo pacto de la gracia rubricado por el excelso amor,
- que emanó del eterno santuario.
- Oh Fiel y Verdadero,
- en el discurrir de la senda sagrada ya no hay obstáculo;
- porque sólo la arbitraria necedad llegado el día postrero,
- no permitirá ser de salvación al genuino discípulo.
- Oh Eterno,
- Tú hiciste partícipe de la excelsa gloria,
- al auténtico siervo,
- que anhele fervientemente ser coronado con la eterna victoria.
- Paz de Cristo
martes, 6 de febrero de 2024
EL ERRÁTICO SER HUMANO SE SALVARÁ SI SE HUMILLARE A TUS SANTÍSIMOS PIES, OH CRISTO
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