- Oh mi Cristo,
- nada se puede aprobar que no obre en consonancia con la verdad bíblica.
- Porque vivir en el Espíritu,
- es la firme proclamación de no caer de nuevo en la pecaminosa e impostura estulticia.
- Oh Rey de reyes,
- tus auténticos siervos han de ratificar con sus hechos que tienen extrema obediencia a la Sagrada Palabra.
- Y es que, tus misericordias y favores,
- oh Señor, sólo revierten en el heraldo que con ferviente celo te ama.
- Oh Hijo del Hombre,
- la humildad de tu probo discípulo,
- ha de ser consubstancial a la invocación del nombre que es sobre todo nombre,
- por ser preceptivo este principio bíblico.
- Oh Santo de Israel,
- tu manifestación en carne como el único Dios,
- nos fue dado por el don de la fe,
- a tus genuinos hijos consagrados.
- Oh Cristo Redentor,
- en la cruz del Calvario se consumó tu abominable sacrificio por todos los abyectos pecadores.
- Y escudándose, oh Rey de la gloria, en tu sublime amor,
- se hacen pasar por fieles y reverentes los fariseos impostores.
- Paz de Cristo
miércoles, 7 de febrero de 2024
CONFRONTAD VUESTROS HECHOS CON LOS PRECEPTOS BÍBLICOS EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario