- ¿A donde se ha ido tu amado, oh la más hermosa de todas las mujeres? ¿A donde se apartó tu amado y lo buscaremos contigo?
- Mi amado descendió a su huerto, a las eras de las especias, para apacentar en los huertos, y para recoger los lirios.
- Yo soy de mi amado, y mi amado es mío; Él apacienta entre los lirios.
- Oh mi Cristo, tu eterno amor es real; nunca fueron delirios.
- De gracia, oh Señor, son tus espirituales ríos.
- Hermosa eres tú, oh amiga mía, como Tirsa; de desear, como Jerusalén; imponente como ejercicito en orden.
- Aparta tus ojos de delante de mí, porque ellos me vencieron. Tu cabello es como manadas de cabras que se recuestan en las laderas de Galaad.
- Tus dientes como manadas de ovejas que suben del lavadero, todas con crías gemelas, y estéril no hay entre ellas.
- Como cachos de granada son tus mejillas detrás de tu velo.
- Oh Hijo del Hombre,
- únicamente Tú eres la sagrada verdad.
- Y son tus almas bellas,
- las que indubitablemente traspasarán el umbral del cielo.
- Sesenta son las reinas, y ochenta las concubinas, y las doncellas sin número;
- mas una es la paloma mía, la perfecta mía; es la única de su madre, la escogida de la que la dio a luz. La vieron las doncellas, y la llamaron bienaventurada; las reinas y las concubinas, y la alabaron.
- ¿Quién es esta que se muestra como el alba, hermosa como la luna, esclarecida como el sol, imponente como ejercicitos en orden?
- Oh Fiel y Verdadero,
- nunca hubo oposición en las espadas que contra tu gloria enarbolaron;
- porque ante la luz de la gracia, se obnubilan y rinden.
- Al huerto de los nogales descendí a ver los frutos del valle, y para ver si brotaban las vides, si florecian los granados.
- Antes que lo supiera, mi alma me puso entre los carros de Aminadab.
- Vuélvete, vuélvete, oh sulamita; vuélvete, vuélvete, y te miraremos.
- ¿Qué veréis en la sulamita? Algo como la reunión de dos campamentos.
- Oh Santo de Israel, sólo por tu angosta senda van los bienaventurados;
- los que dan cumplimiento a la única y perfecta verdad.
- Porque nada seremos,
- oh Señor, sino somos hacedores de tus bíblicos fundamentos.
- Paz de Cristo
miércoles, 28 de febrero de 2024
CANTAR DE LOS CANTARES 6:1-3 EN CRISTO
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