- Yo soy la rosa de Sarón, y el lirio de los valles.
- Como el lirio entre los espinos, así es mi amiga entre las doncellas.
- Oh mi Cristo, bendiciones celestiales,
- son tus enjutas veredas.
- Como el manzano entre los árboles silvestres, así es mi amada entre los jovenes; bajo la sombra del deseado me senté, y su fruto fue dulce a mi paladar.
- Me llevó a la casa del banquete, y su bandera sobre mí fue amor.
- Oh Santo de Israel, nadie como Tú ha podido amar,
- y emanar tanto candor.
- Sustentadme con pasas, confortadme con manzanas, porque estoy enferma de amor.
- Su izquierda esté debajo de mi cabeza, y su derecha me abrace.
- Oh Cristo Jesús, sobrenatural es tu primor;
- ¿quién será el que tu gloria alcance?
- Yo os conjuro, oh doncellas de Jerusalén, por los corzos y por las ciervas del campo, que no despertéis ni hagáis velar al amor, hasta que quiera.
- ¡La voz de mi amado! He aquí el viene saltando sobre los montes, brincando sobre los collados.
- Mi amado es semejante al corzo, o al cervatillo. Heló aquí, está tras nuestra pared, mirando por las ventanas, atisbando por las celosías.
- Oh Rey de reyes, Tú derramas pureza;
- y guardas a los bienaventurados,
- que esculpen gloriosas y solemnes poesías.
- Paz de Cristo
lunes, 26 de febrero de 2024
CANTAR DE LOS CANTARES 2:1,2 EN CRISTO
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