- A yegua de los carros de Faraón te he comprado, amiga mía.
- Hermosas son tus mejillas entre los pendientes, tu cuello entre los collares.
- Zarcillos de oro te haremos, tachonados de plata.
- Oh mi Cristo, a tu única y perfecta verdad, ha de asirse el que en tu santo nombre se gloría.
- Y por tu grandiosa misericordia, oh Cristo Jesús, echaras al fondo del mar todas las inmundas maldades,
- del que con el corazón contrito y humillado se arrepienta.
- Mientras el rey estaba en su reclinatorio, mi nardo dio su olor.
- Mi amado es para mí un manojito de mirra, que reposa entre mis pechos.
- Racimo de flores de alheña en las viñas de En-gadi es para mí mi amado.
- Oh Sumo Hacedor,
- porque no te pueden contener los cielos de los cielos,
- oh Señor Omnipotente, por tu creación eres hasta el extremo adorado.
- He aquí que tú eres hermosa, amiga mía; he aquí eres bella; tus ojo son como palomas.
- He aquí que tú eres hermoso, amado mío, y dulce; nuestro lecho es de flores.
- Las vigas de nuestra casa son de cedro, y de ciprés los artesonados.
- Oh Hijo del Hombre,
- son tus promesas santas,
- las que se cumplen irremisiblemente con celestiales honores;
- para que una espiritual senda de luz, sean desde la eternidad y hasta la eternidad tus probos heraldos.
- Paz de Cristo
domingo, 25 de febrero de 2024
CANTAR DE LOS CATARES 1:9-11 EN CRISTO
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