EL LETAL OBJETIVO DEL DIABLO ES DESTRUIR TU SALVACIÓN EN CRISTO

• Volvió, pues, Jesús a decirles: De cierto, de cierto os digo: Yo soy la puerta de las ovejas.
• Todos los que antes de mí vinieron, ladrones son y saltadores; pero no los oyeron las ovejas. 
• Yo soy la puerta; el que por mí entrare, será salvo; y entrará, y saldrá, y hallará pastos.
• El ladrón no viene sino para hurtar, matar y destruir; Yo he venido para que tengan vida, y para que la tengan en abundancia. 
• Yo soy el buen pastor, el buen pastor su vida da por las ovejas. 
• Mas el asalariado, y que no es el pastor, de quien no son propias las ovejas, ve venir al lobo y deja las ovejas y huye, y el lobo arrebata las ovejas y las dispersa. 
• Así que el asalariado huye, porque es asalariado, y no le importan las ovejas. 
• Yo soy el buen pastor, y conozco mis ovejas, y las mías me conocen,
• así como el Padre me conoce, y yo conzco al Padre, y pongo mi vida por las ovejas. 
• También tengo otras ovejas que no son de este redil; aquellas también debo traer, y oirán mi voz; y habrá un rebaño, y un pastor. 
• Por eso me ama el Padre, porque yo pongo mi vida, para volverla a tomar.
• Nadie me la quita, sino que yo de mí mismo la pongo. Tengo poder para ponerla, y tengo poder para volverla a tomar. Este mandamiento recibí de mi Padre. 
• Oh mi Cristo, de gracia se sustentan tus almas benditas. 
• Y es que, el alma que vive en el Espíritu, con la perversidad del maligno no tiene cuentas.
• Tú, oh Señor, eres luz para tus genuinos discipulos. 
• Porque diametralmente opuesto, oh Santo, es el obscurantismo a tu celestial magnificencia. 
• Nadie, sino Tú, oh Cristo Jesús, se ha humillado hasta la muerte, y muerte de cruz, para salvar a las disolutas almas.
• Todo ser humano vive en la carne; y aun necesita raer la ancestral herrumbre del pecado, para dar su vida por el alma descarriada.
• Infinidad de cabos sueltos le faltan por atar, para ser un genuino heraldo que sienta la insondable actitud de dar su vida las almas.
• Oh Cristo Redentor, Tú derramaste tu preciosa sangre en el madero, para redimir y justificar a toda la humanidad, y una muy exigua parte no retroceden, 
• oh Rey de reyes, porque en la adoración de tu santo nombre viven gozosas.
• Que un sinnumero de almas sean salvas, oh Rey de la gloria, es tu anhelo mayor.
• Sólo Tú, oh gran Yo Soy, tienes poder sobre la muerte. El hecho de que seas el primogénito de los muertos resucitado, es indubitablemente verad.
• Ningun obstáculo hace oposición, oh Santo de Israel, a tu omnipotencia, omniciencia y omnipresencia; porque la santísima verdad, es desde la eternidad y hasta la eternidad tu encriptada y sublime parte.
•            Paz de Cristo