LA TORPEZA INHERENTE AL SER HUMANO, ES SU ANCESTRAL Y ERRÁTICO DESOÍR AL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO

• La Biblia enseña: Aconteció después de la muerte de Moisés, siervo de Jehová, que Jehová habló Josué hijo de Nun, servidor de Moisés, diciendo:
• Mi siervo Moisés ha muerto; ahora, pues, levántate y pasa este Jordán, tú y todo este pueblo, a la tierra que yo les doy a los hijos de Israel. 
• Yo os he entregado, como lo había dicho a Moisés, todo lugar que pisare la planta de vuestros pies.
• Desde el desierto y el Líbano hasta el gran río Éufrates, toda la tierra de los heteos hasta el gran mar donde se pone el sol, será vuestro territorio.
• Nadie te podrá hacer frente en todos los días de tu vida; como estuve con Moisés, estaré contigo; no te dejaré, ni te desampararé. 
• Esfuérzate y se valiente; porque tu repartirás a,este pueblo por heredad la tierra de la cual juré a sus padres que la daría a ellos.
• Solamente esfuérzate y sé muy valiente, para cuidar de hacer conforme a toda la ley que mi siervo Moisés te mandó; no te apartes de ella ni a diestra ni a siniestra, para que seas prosperado en todas las cosas que emprendas. 
• Nunca se apartará de tu boca este libro de la ley, sino que de día y de noche meditarás en él, para que guardes y hagas conforme a todo lo que en él está escrito; porque entonces harás prosperar tu camino, y todo te saldrá bien. 
• Mira que te mando que te esfuerces y seas valiente; no temas ni desmayes, porque Jehová tu Dios estará contigo en donde quiera que vayas. 
• Oh mi Cristo, son las hordas erráticas, la que tu Sagrada Palabra están desoyendo. 
• Pero nunca te faltarán, oh Señor, los siervos que predican el Evangelio de la gracia con fe.
• Porque todavía, según la Biblia, están dispuestos "7000 valientes".
• Y nada hará oposición, oh Santo de Israel, a los genuinos heraldos que decidieron deshacer el perverso obscurantismo del demonio. 
• Porque es tu excelsa diestra, oh Soberano Señor Jesucristo, la que de longanimidad nos provee.
• Y es que, nuestra fuerzas preservas, oh gran Dios, con tus poderes eternos.
• Hemos recibido de gracia, oh Sumo Redentor, lo que damos de gracia a las erráticas almas.
• Y con el celo exponencial a tus preceptos bíblicos, oh Sumo Hacedor, hemos desestimado todo obsceno desdén.
• Porque lo que esperas de tus escogidos siervos, oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, es que testifiquen de tu gloria; para que a todos los que creyeren en tu santo nombre, con tu gracia salvas. 
•           Paz de Cristo