HECHOS 13: 24-33 EN CRISTO

• Antes de su venida, predicó Juan el bautista de arrepentimiento a todo el pueblo de Israel. 
• Mas cuando Juan terminaba su carrera, dijo: ¿Quién pensáis que sois? No soy yo el; mas he aquí vienen tras mí uno de quien no soy digno de desatar el calzado de los pies.
• Varones hermanos, hijos del linaje de Abraham, y los que entre vosotros teméis a Dios, a vosotros es enviada la palabra de esta salvación. 
• Porque los habitantes de Jerusalén y sus gobernantes, no conociendo a Jesús, ni las palabras de los profetas que se leen todos los días de reposo, las cumplieron al condenarle.
• Y sin hallar en él causa digna de muerte, pidieron a Pilato que se le matase.
• Y habiendo cumplido todas las cosas que de él estaban escritas, quitándole del madero, lo pusieron en el sepulcro. 
• Mas Dios le levantó de los muertos. 
• Y él se apareció durante muchos días a los que habían subido juntamente con él de Galilea a Jerusalén, los cuales ahora son sus testigos ante el pueblo.
• Y nosotros también os anunciamos el evangelio de aquella promesa hecha a nuestros padres,
• la cual Dios ha cumplido a los hijos de ellos, a nosotros, resucitando a Jesús; como está escrito también en el salmo segundo: Mi Hijo eres tú, yo te he engendrado hoy.
• Oh mi Cristo, tu precursor Juan, predicó el bautismo de arrepentimiento, para purificar su propio ser.
• Y nada le fue oculto al pueblo; porque el bautismo del Espíritu Santo, era del único Verdedero y Fiel. 
• Y es que, la heredad del escogido linaje, era la gloriosa conversión. 
• Porque los que condenaron a Cristo Jesús, exentos de todo conocimiento, cumplieron el texto bíblico al ajusticiarle.
• Y no hallando causa en el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, persuadiero a Pilato, para que le ajusticiase.
• Y cuando Jesús expiró, le bajaron del madero, para ponerlo en un sepulcro nuevo. 
• Y por la gracia de Dios, fue el primogénito resucitado de entre los muertos. 
• Y se apareció durante cuarenta días, a los que de su resurrección no daban crédito.
• Y un espiritual gozo nos sobrecoge a los escogidos heraldos, que mostramos el Evangelio de Jesucristo, con las buenas nuevas de eterna salvación, que celosamente podemos predicarles;
• y este es el exhorto de sobrenatural naturaleza, que os ciñe irremisiblemente el bíblico conocimiento del gran Yo Soy.
•             Paz de Cristo