- Pablo, llamando a uno de los centuriones, dijo: Lleva a este joven ante el tribuno, porque tiene cierto aviso que darle.
- Él entonces tomándole le llevó al tribuno, y dijo: El preso Pablo me llamó y me rogó que trajese ante ti a este joven, que tiene algo que hablarte.
- El tribuno, tomándole de la mano y retirándose aparte, le preguntó: ¿Qué es lo que tienes que decirme?
- Él le dijo: Los judíos han convenido en rogarte que mañana lleves a Pablo ante el concilio, como que van a inquirir alguna cosa más cierta acerca de él.
- Pero tú no les creas; porque más de cuarenta hombres de ellos le acechan, los cuales se han juramentado bajo maldición, a no comer ni beber hasta que le hayan dado muerte; y ahora están listos esperando tu promesa.
- Entonces el tribuno despidió al joven, mandándole que a nadie dijese que le habia dado aviso de esto.
- Oh mi Cristo, y al tribuno instó mediante un aviso fulgurante.
- Porque el letal aviso al tribuno, se lo llevó, de parte de Pablo, su sobrino joven.
- Y le condujo a un sitio discreto, para que se explicase.
- Pero el extremo conjuro, ni siquiera rozó a Pablo, ni derivó oportunamente para matarle.
- Todo se disolvió, porque el tribuno lo resolvió de forma discreta.
- Fue su gran pericia, lo que doblegó a los proyectaron el conjuro funesto.
- Paz de Cristo
lunes, 31 de marzo de 2025
HECHOS 23: 17-22 EN CRISTO
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