- Jesús les dijo: Yo soy el pan de vida; el que a mí viene, nunca tendrá hambre; y el que en mí cree, no tendrá sed jamás.
- Mas os he dicho, que aunque me habéis visto, no creéis.
- Todo lo que el Padre me da, vendrá a mí, y al que a mí viene, no le hecho fuera.
- Porque he descendido del cielo, no para hacer mí voluntad, sino la voluntad del que me envió.
- Y ésta es la voluntad del Padre, el que me envió: Que de todo lo que me diere, no pierda yo nada, sino que lo resucite en el día postrero.
- Y ésta es la voluntad del que me ha enviado: Que todo aquel que ve al Hijo, y cree en él, tenga vida eterna; y yo le resucitaré en el día postrero.
- Oh mi Cristo, tus genuinos siervos, sabemos que nunca nos fallarás.
- Y es que, del ancestral paganismo os purificasteis.
- Porque nunca dejarás que se pierda un alma que te dé el Padre, oh Cristo de la gloria.
- Nada harás, oh Santo de Israel, de lo que el cielo no te concirnió.
- Porque todo lo que el Padre te manda, lo haces con primoroso esmero.
- Ya que Tú eres, oh Cristo Redentor, el principio y el fin, el último y el primero.
- Paz de Cristo
lunes, 10 de marzo de 2025
INACCESIBLE ES LA VIDA SIN EL TODOPODEROSO SEÑOR Y SALVADOR JESUCRISTO
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