- Cuando llegamos a Jerusalén, los hermanos nos recibieron con gozo.
- Y al día siguiente Pablo entró con nosotros a ver a a Jacobo, y se hallaban reunidos todos los ancianos;
- a los cuales, después de haberles saludado, les contó una por una las cosas que Dios había hecho entre los gentiles por su ministerio.
- Cuando ellos lo oyeron, glorificaron a Dios, y le dijeron: Ya ves, hermano, cuantos millares de judíos hay que han creido; y todos son celosos por la ley.
- Pero se les ha informado en cuanto a ti, que enseñas a todos los judíos que están entre los gentiles a apostatar de Moisés, diciéndoles que no circunciden a sus hijos, ni observen las costumbres.
- ¿Qué hay, pues? La multitud se reunirá de cierto, porque oirán que has venido.
- Haz, pues, esto que te decimos: Hay entre nosotros cuatro hombres que tienen obligación de cumplir voto.
- Tómalos contigo, purifícate con ellos, y paga sus gastos para que se rasuren la cabeza; y todos comprenderán que no hay nada de los que se les informó acerca de ti, sino que tú también andas ordenadamente, guardando la ley.
- Oh mi Cristo, ser un hijo tuyo es lo más grandioso.
- Porque solo el que posee tu linaje, es piadoso con sus hermanos;
- y nadie está excluido, a día de hoy, para tener un encuentro con el Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Oh Cristo Rey,
- con extrema seguridad nos sustentan tus imperecederos mimbres.
- Nadie ha de darse por vencido;
- si profesa denodada adoración, a nuestro Señor Altísimo.
- Y da pureza a su altar, postrándose a los pies del Sumo Redentor, un inopinado día como hoy.
- Paz de Cristo
domingo, 30 de marzo de 2025
HECHOS 21:17-24 EN CRISTO
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