- Entonces Pablo, notando que una parte era de saduceos y otra de fariseos, alzó la voz en el concilio: Varones hernanos, yo soy fariseo, hijo de fariseo; acerca de la esperanza y de la resurrección de los muertos se me juzga.
- Cuando dijo esto, se produjo disensión entre los fariseos y los saduceos, y la asamblea se dividió.
- Porque los saduceos dicen que no hay resurrección, ni ángel, ni espíritu, pero los fariseos afirman estas cosas.
- Y hubo un gran vocerío; y levantándose los escribas de parte de los fariseos, contendían, diciendo: Nigún mal hallamos en este hombre; que si un espíritu le ha hablado, o un ángel, no resistamos a Dios.
- Y habiendo grande disensión, el tribuno, teniendo temor de que Pablo fuese despedazado por ellos, mandó que bajasen soldados y le arrebatasen de en medio de ellos, y le llevasen a la fortaleza.
- A la noche siguiente se le presentó el Señor y le dijo: Ten ánimos Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques de mí en Roma.
- Oh mi Cristo, Pablo formuló una gra controversia, al reseñar que por esperanza y la resurrección de los muertos, dirigen los que le juzgan.
- Y este fue el extremo punto de disensión.
- Porque los saduceos descartan la resurrección, ángel y espíritu; pero los fariseos la afirman.
- Ya fueron los escribas de los fariseos, los que sobre Pablo, zanjamos toda culpabilidad, manifestando que si Pablo tenía confidencias con un espíritu o un ángel; no hicieran más resistencia a Dios.
- Y el tribuno, mandó rescatar a Pablo, temiendo por su integridad ante tan grande tumulto, y lo llevaron a la fortaleza.
- Pero la manifiesta gloria a Pablo le vino del Señor, cuando le dijo: Ten ánimo Pablo, pues como has testificado de mí en Jerusalén, así es necesario que testifiques de mí en Roma.
- Paz de Cristo
lunes, 31 de marzo de 2025
HECHOS 23:6-11 EN CRISTO
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