- Y muchos de los que habían creído venían, confesando y dando cuenta de sus hechos.
- Asimismo muchos de los que habían practicado la magia trajeron los libros y los quemaron delante de todos; y hecha la cuenta de su precio, hallaron que era cincuenta mil piezas de plata.
- Así crecía y prevalecía poderosamente la palabra del Señor.
- Pasadas estas cosas, Pablo se propuso en espíritu ir a Jerusalén, después de recorrer Macedonia y Acaya, diciendo: Después que haya estado allí, me será necesario ver también a Roma.
- Y enviando a Macedonia a dos de los que le ayudaban, Timoteo y Erasto, él se quedó por un tiempo en Asia.
- Hubo por aquel tiempo un disturbio no pequeño acerca del Camino.
- Porque un platero llamado Demetrio, que hacía de plata templecillos de Diana, daba no poca ganancia a los artífices;
- a los cuales, reunidos con los obreros del mismo oficio, dijo: Varones, sabéis que de este oficio obtenemos nuestra riqueza;
- pero veis y oís que este Pablo, no solamente en Éfeso, sino en casi toda Asia, ha apartado a mucha gente con persuasión, diciendo que no son dioses los que se hacen con las manos.
- Y no solamente hay peligro de que este nuestro negocio venga a desacreditarse, sino también que el templo de la gran diosa Diana sea estimado en nada, y comience a ser destruida la majestad de aquella a quien venera toda Asia, y el mundo entero.
- Oh mi Cristo, en aquel tiempo se hizo exponencial el número de conversos.
- Quemaron públicamente los libros de prácticas hechiceras, dando testimonio del Señor Jesucristo, predicando la Sagrada Palabra.
- Y exaltaban y glorificaban al Sumo Redentor.
- Después de esta siembra y espiritual victoria en Cristo Jesús; Pablo, predicó el Evangelio de la gracia en Macedonia y Acaya, para ser Roma la revalida culmen del adoctrinamiento como prueba.
- Pero Pablo, siguió su peculiar itinerario, predicando la sana doctrina en Asia.
- Y observó allí a los idolatras, recreandose en hacer estatuas en pos de este execrable desatino.
- Cuando se encontró con el platero Demetrio, haciendo idolatría nefanda, sacando beneficios pingües;
- poniendoles en sobreaviso, de que Pablo era el detractor que se oponía frontalmente a los que hacían alarde de esta ignominiosa vileza.
- El propósito de Pablo, era raer la idolatría de los sépticos profanos,
- para convertirlos en siervos del único Dios, del Fiel y Verdadero.
- Paz de Cristo
viernes, 28 de marzo de 2025
HECHOS 19:18-27 EN CRISTO
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