- Y cierto hombre de Listra estaba sentado, imposibilitado de los pies, cojo de nacimiento, que jamás había andado.
- Éste oyó hablar a Pablo, el cual, fijando en él sus ojos, y viendo que tenía fe para ser sanado,
- dijo a gran voz: Levántate derecho sobre tus pies. Y él saltó, y anduvo.
- Entonces la gente, visto lo que Pablo había hecho, alzó la voz, diciendo en lengua licaónica: Dioses bajo la semejanza de hombres han descendido a nosotros.
- Y a Bernabé llamaban Júpiter, y a Pablo, Mercurio, porque éste era el que llevaba la palabra.
- Y el sacerdote de Júpiter, cuyo templo estaba frente a la ciudad, trajo toros y guirnaldas delante de las puertas, y juntamente con la muchedumbre quería ofrecer sacrificios.
- Cuando lo oyeron los apóstoles Bernabé y Pablo, rasgaron sus ropas, y se lanzaron entre la multitud dando voces
- y diciendo: Varones, ¿por qué hacéis esto? Nosotros también somos hombres semejantes a vosotros, que os anunciamos que de estas vanidades os convirtáis al Dios vivo, que hizo el cielo y la tierra, el mar, y todo lo que en ellos hay.
- En las edades pasadas él ha dejado a todas las gentes andar en sus propios caminos;
- si bien no se dejó a sí mismo sin testimonio, haciendo bien, dándonos lluvia del cielo y tiempos fructíferos, llenando de sustento y de alegría nuestros corazones.
- Y diciendo estas cosas, difícilmente lograron impedir que la multitud les ofreciese sacrificio.
- Oh mi Cristo, en el más recóndito lugar, tu gloria se ha manifestado.
- Y en el cojo de nacimiento, hizo Dios el piadoso milagro;
- y es que, por la intercesión de Pablo, el grandioso prodigio de dar el primer paso, en el cojo Dios lo hizo.
- Ante lo sucedido, los que lo presenciaron estaban perplejos.
- Y a Bernabé y a Pablo pusieron sobrenombres, dando a su imaginación rienda suelta.
- Y el sacerdote del lugar, buscó la manera de contribuir con profanos festejos.
- Pablo y Bernabé, se dirigieron enfaticamente a aquellas gentes.
- y exhortaron a la multitud, con la sana doctrina que suple toda ignoracia, para resistir la asechanza demoníaca.
- Porque ser siervos Cristocéntricos,
- implica a todo hacedor de la Sagrada Palabra, para recibir con gran regocijo sus incomparables bendiciones.
- Pero la gracia que nos viene dada por la fe; no suplió en los paganos, su ancestral pensamiento libertino.
- Paz de Cristo
viernes, 21 de marzo de 2025
HECHOS 14:8-18 EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario