LA VIDA ES EFÍMERA, VÍVELA EN CRISTO

No desoigas la voz del Pastor,
sé una fiel oveja del redil santo.
Asida al perfecto vínculo del amor,
verás escrito tu nombre en el resplandor de lo alto.

Tú eres la verdad, oh Cristo,
que es visible en el camino de la vida.
Qué tiempo tan efímero,
el que tu sagrada diestra, nos ha asignado por medida.

Oh Cristo Jesús, la belleza de tu gloria,
es la mayor lumbrera de eternidad.
Y existe en un tiempo sin tiempo una sublime rosa,
que sus preciosos pétalos, son fragantes alas de libertad.

Ayúdame a visualizar, oh Señor Jesucristo, 
el arrebatamiento de tu Iglesia amada.
A la final trompeta, y un fulgurante relampago del Espíritu,
elevarán al paraíso eterno a la esposa bienaventurada.

Y el león pastará con la oveja, 
y el niño jugará con el áspid.
Será toda estampa de una grandiosidad tan perfecta. 
Gracias, Padre eterno Jesucristo, por permitir al alma salva ser eternamente feliz.
                       Paz de Cristo