- Oh Cordero inmolado,
- nadie venció al maligno,
- sino tu indubitada muerte inocente en la cruz del Calvario.
- Y tu resurrección al tercer día te convirtió en el primogénito de los muertos resucitado, oh Señor Altísimo.
- La Biblia dice: Haya, pues, en vosotros este sentir que hubo también en Cristo Jesús, el cual siendo en forma de Dios, no estimó el ser igual a Dios como cosa a que aferrarse, sino que se despojó a sí mismo tomando forma de siervo, hecho semejante a los hombres; y estando en la condición de hombre, se humilló a sí mismo, haciéndose obediente hasta la muerte, y muerte de cruz.
- Por lo cual Dios lo exaltó hasta lo sumo, y le dio un nombre que es sobre todo nombre, para que en el nombre de Jesús se doble toda rodilla de los que están en los cielos, y en la tierra, y debajo de la tierra; y toda lengua confiese que Jesucristo es el Señor, para gloria de Dios Padre.
- Oh Fiel y Verdadero, en tu majestuoso nombre hemos visto la verdadera luz,
- que nos iluminará en el camino eterno a cada instante.
- La Biblia enseña: Pero a cada uno de nosotros fue dada la gracia conforme a la medida del don de Cristo.
- Por lo cual dice: Subiendo a lo alto, llevo cautiva la cautividad, y dio dones a los hombres.
- Oh Señor Altísimo,
- sustentados estamos por tus gloriosos mimbres.
- La Biblia constata: Y eso de que subió, ¿qué es, sino que también había descendido primero a las partes más bajas de la tierra?
- El que descendió, es el mismo que también subió por encima de todos los cielos para llenarlo todo.
- Oh Sumo Hacedor, en tu excelsa diestra,
- el nombre de los santos de tu Iglesia tienes cincelado.
- La Biblia asevera: Y miré, y oí la voz de muchos ángeles alrededor del trono, y de los seres vivientes, y de los ancianos; y su número era millones de millones, que decían a gran voz: El Cordero que fue inmolado es digno de tomar el poder, las riquezas, la sabiduría, la fortaleza, la honra, la gloria y la alabanza.
- Y a todo lo creado que está en el cielo, y sobre la tierra, y debajo de la tierra, y en el mar, y a todas las cosas que en ellos hay, oí decir: Al que está sentado en el trono, y al Cordero, sea la alabanza, la hora, la gloria y el poder, por los siglos de los siglos.
- Oh gran Yo Soy, en el infalible fiel de tu sagrada balanza,
- pasarás a los corazones que estén o no en paz contigo, oh Señor, porque Tú tienes las llaves del cielo y de todos los abismos.
- Paz de Cristo
miércoles, 23 de febrero de 2022
APELAD A LA INOCENCIA DE SER SIERVOS EN CRISTO
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