- Oh mi Cristo Redentor,
- en la pureza de tu sacrificio en la cruz del Calvario,
- únicamente hubo excelso amor;
- el cual derramaste para toda la humanidad, desde el celestial santuario.
- Oh Santo de Israel,
- nada a tu control es ajeno.
- Y galardonarás al siervo genuino y fiel;
- porque su nombre estará escrito en el cielo.
- Oh Sumo Hacedor,
- en los que se glorían en tu majestuoso nombre, no cabe la hipocresía.
- Sin embargo, camuflado está el impostor,
- que vive enmascarado en tamaña felonía.
- Oh Altísimo Señor Jesucristo,
- sin tu gracia nada somos.
- Pero el maligno hace una gran oposición al seudocristiano, embaucando su espíritu;
- y mostrándole su perversa asechanza en los obscuros momentos.
- Oh Alfa y Omega,
- es imposible saber lo que esconde el corazón del ser humano.
- Pero el que en tu Sagrada Palabra se sustenta;
- no ha de tener temor, al que Cristo venció en la cruz del Calvario.
- Paz de Cristo
lunes, 7 de febrero de 2022
CON HIPOCRESÍA NADIE ESTÁ EN CRISTO
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario