- Sí, porque nada en nuestra vida le podrá ser oculto al Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo.
- Oh Cristo Jesús, asidos permaneceremos de tu excelsa diestra.
- Y será en los preceptos del Sagrado Escrito,
- donde sin impedimento resolveremos hasta la contienda más perversa.
- Oh Alto y Sublime,
- sé, que no desharé entuertos por mis propias fuerzas, sino por tu Santo Espíritu.
- Por mí mismo, nunca veré luz en la vileza infame,
- sino que únicamente con tu ayuda seré victorioso, oh mi Cristo.
- Jesús, dijo: Bienaventurados los pobres en espíritu, porque de ellos es el reino de los cielos.
- Bienaventurados los limpios de corazón, porque ellos verán a Dios.
- Oh Rey de reyes, de gracia recibimos,
- y de gracia damos, porque en ella estamos celosamente confiados.
- Oh Sumo Alfarero,
- Tú me has moldeado con tus manos, en la perfecta rueda,
- para ser un vaso nuevo;
- pero velar le toca a mi espíritu, para que en el día postrero la voluntad perniciosa del alma a tus santos pies esté postrada.
- Oh Sumo Redentor,
- solícitos estamos a seguirte llevando nuestra cruz.
- Pero nuestras veleidosas acciones se han de afirmar en el amor,
- que nos guardará, oh Rey de la gloria, en tu majestuosa luz.
- Paz de Cristo
miércoles, 23 de febrero de 2022
HAZ QUE TU VICISITUD SEA DE TRASCENDENCIA ETERNA EN CRISTO
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