- Oh mi Cristo Redentor,
- con tu sacrificio en la cruz del Calvario,
- no dejaste lugar a dudas en dar tu grandioso amor,
- por toda la humanidad que sigue inmersa en su afán atrabiliario.
- Sí, porque como a nuestro prodigioso corazón, oh Cristo Jesús,
- no le agradecemos los latidos de vida, por los que da el visto bueno a nuestra existencia.
- Tampoco podremos entender la gloriosa plenitud,
- que has derramado desde los cielos, oh Altísimo Señor, con tu gloriosa excelencia.
- Jesús, dijo: ¡Generación de víboras! ¿Cómo podéis hablar lo bueno, siendo malos? Porque de la abundancia del corazón habla la boca.
- El hombre bueno del buen tesoro del corazón saca buenas cosas; y el hombre malo, del mal tesoro saca malas cosas.
- Oh Santo de Israel, la murmuración al abismo nos aboca;
- porque nuestras arbitrariedades, no están en el Rey de reyes y Señor de señores fundamentadas.
- Jesús, asevera: Mas yo os digo que de toda palabra ociosa que hablen los hombres, de ella darán cuenta en el día del juicio.
- Porque por tus palabras serás justificado, y por tus palabras serás condenado.
- Oh Alto y Sublime, al que te ama, de gracia todo le es propicio,
- para en el día postrero ser bienaventurado.
- La Biblia enseña: Por lo demás, hermanos, todo lo que es verdadero, todo lo honesto, todo lo justo, todo lo puro, todo lo amable, todo lo que es de buen nombre; si hay virtud alguna, si algo digno de alabanza, en esto pensad.
- Y la paz de Dios, que sobrepasa todo entendimiento, guardará vuestros corazones y vuestros pensamientos en Cristo Jesús.
- Oh Todopoderoso Señor y Salvador Jesucristo, en tu santo nombre es irrefutable la verdad;
- porque vive en tu eterna e inaccesible luz.
- Paz de Cristo
viernes, 4 de febrero de 2022
LA NECEDAD DE NO VALORAR CADA SEGUNDO DE NUESTRA VIDA EN CRISTO
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